Estamos a casi dos semanas desde que febrero comenzó, sin embargo el tiempo pasa muy rápido y yo no he subido el blog mensual de resumen de trabajo que me prometí iba a realizar, así que... ¡aquí estamos!
¡Enero fue un mes bastante turbulento! Entre el inicio de año, el cambio de mandato presidencial en Estados Unidos y las correspondientes sacudidas que eso ha provocado —y las que faltan— nos dan suficiente material para escribir una novela distópica... ¡o utópica dependiendo a quién le preguntemos! O, ya como mínimo, volver a ver House of Cards (pero sólo hasta la quinta temporada). En fin, como enero dio mucho de qué hablar y febrero no está decepcionando en absoluto, voy a ir directo al grano y recapitular un poco de lo que hemos estado haciendo en Odoo para acercarnos más a América Latina.
Como todo mundo sabe —obviamente —, Odoo lanzó su versión 18 en octubre del año pasado; sin embargo, y con tantos viajes había sido imposible refrescar la demostración que damos en los Business Shows en la región, por lo tanto, nos dimos a la tarea de dedicar diciembre a renovar/refrescar el contenido de nuestras demostraciones y desde luego darle un toque más profundo de interacción al público: añadimos el uso de hardware como lectores de RFID, de códigos de barras, y desde luego, le dimos la oportunidad al público de interactuar con las bases de datos que muestro desde el escenario.
Sin duda, estoy convencido de que los Business Shows presentados en enero fueron todo un éxito y nos ayudaron a confirmar que el rumbo tomado fue el indicado.
el viaje para mí comenzó el día domingo, 12 de enero con un par de vuelos que me llevaron a San José, Costa Rica al medio día del día siguiente, día en que recargué pilas y, más tarde, me encontré con Carlos Vásquez (amigo y socio de la empresa Vauxoo) y Marco (compañero de la oficina de San Francisco) para disfrutar un poco de la gastronomía tica, desde luego, con su respectiva cerveza Imperial y una excelente interpretación en vivo de Vida Loca de Francisco Céspedes para amenizar.
Al día siguiente me tocó dirigir el evento en el Hotel Barceló San José, donde contamos con aproximadamente 280 asistentes y la presencia de nuestros socios patrocinadores Vauxoo, ADA Robotics y Delfix. Por supuesto, por la mañana había que recargar energía en el mercado municipal (adjunto evidencia). El evento por la tarde: todo un éxito, con prospectos listos para tomar decisiones y el gran entusiasmo que caracteriza al costarricense.
Esa noche tocaba ir a dormir temprano porque al día siguiente viajábamos Marco y yo rumbo a Panamá, pero como buen mexicano, había que salir a cenar nuevamente con nuestros socios y desvelarme.
Se llegó el momento y, trasnochado, desperté con suficiente tiempo para llegar al aeropuerto.
Una vez llegados a Panamá tuvimos el gusto de ir a almorzar a un típico y excelente restaurante —El Trapiche— donde no pude evitar comerme dos platotes de Sancocho... ya no tocó tercero porque había que guardar espacio para la cena en Marál Rooftop, donde nos encontramos con Yuliana y Javier de PSDC, así como con Paola de Hermec Consulting; empresas socias de Odoo; ¡y por supuesto, con nuestra representante en Panamá, Nicoleta!
El día jueves, 16 nos tocó hacer el segundo y último evento de ese viaje en el hotel Sheraton Grand Panama, donde contamos con la presencia de aproximadamente 300 asistentes y desde luego nuestros anteriormente mencionados socios: PSDC y Hermec Consulting, quienes hicieron un excelente trabajo al hacer demostraciones interactivas de la solución y desde luego resolver dudas varias de nuestros asistentes: cuando el evento ya se acabó y la gente no se quiere ir, ¡es señal de que fue un gran evento!
Esa noche cerramos con broche de oro yendo a cenar a los Tacos Tarascos, y ya sé lo que estarás pensando, pero también el paladar extraña. Al día siguiente, comidita para despedirnos de Nicoleta y preparación mental y física para aguantar esas 9 horas de viaje a San Francisco.
Pero bueno, ya este blog se volvió un poco largo, así que ¡hasta ahí la dejamos!
Saludos :)
P.D. Si te quedaste hasta el final y te preguntas qué ciudad es el banner... tuve la fortuna de pasar casi por encima de mi ciudad —Hermosillo, Sonora— perfecto ángulo y distancia para tomarle una fotito en mi vuelo de Panamá a San Francisco.